El otro día debatía temas de la actualidad con mis padres y amistades. Uno siempre tiende a radicalizar su punto de vista horrorizado por la impotencia de las instituciones para resolver nuestros problemas y la gente que sufre por este vacío abismal.
Me dice un amigo al día siguiente “oye, no es que no tengas razón, pero recuerda que los radicales siempre terminan mal. Debes ser un pacifista-constructivo a lo Gandhi, Martín L. King, la Madre Teresa, etc. Esos si han hecho una diferencia positiva sin tirar una sola piedra".Lo medito al acostarme, al tomarme el café, al darme un baño, a cada rato. Y por fin lo entiendo. Debes ayudar al sufrido, en vez de destruir al bandido. De éste último se encargará Dios, ya que nuestras autoridades no están en eso.
Evita confrontar y no te dejes provocar. Algunos realizan sueños destruyendo el ajeno. Dictadores como Pinochet que construyeron grandes economías, pero la mancharon con sangre. Es malo cuando los poderes se vuelven intolerantes e indiferentes. Lo más trágico es el tesoro que se pierde cuando muere gente pensante y creyente. Esta es la tragedia del siglo XX. Cuanta gente buena desaparecida, cuantos sueños sin cumplir, cuantos hijos huérfanos, cuantas madres dolientes, cuanto sufrimiento innecesario. La maldad con poderes robados.
En aquellos tiempos los más viles eran los calieses. Estos perversos e inútiles antisociales parásitos levantaban calumnias contra gente decente, avanzada y reformista para poder mantenerse cerca del reaccionario bruto y robarle e estos sacrificados sus propiedades. Estos eran los ladrones de las dictaduras.
El Ser Libre es lo que defiendo. Yo no hubiese sobrevivido en los años represivos. A mi me gusta expresar lo que siento y lo que pienso cuando quiero. Dicen que nuestra democracia está dañada está en decadencia, pero yo no lo creo así. Nuestra democracia esta en proceso de evolución. Para mi nuestra democracia es una de la más avanzada de nuestra área. No hay cosa más valiosa que le libertad de expresión. En esto tenemos más dicha que los árabes, judíos, musulmanes, chinos, cubanos, africanos y latinoamericanos que viven bajo guerrillas y dictaduras disfrazadas. Estos son países que tienen petróleo, diamantes, etc., y aún así nunca progresan. Ellos tienen el dinero para resolver el problema, nosotros no, y aún así mantenemos el civismo.
Adiós al caudillismo y no más represión injustificada. Hay que salirse de las cadenas de la explotación. Debemos renacer en una nación abierta, progresista y participativa. Debemos buscar el consenso. Para hacerlo debemos ser más abiertos y comprensivos. No podemos caer en el radicalismo ni seguir abusando del indefenso. Esas no son nuestras raíces. La opresión solo multiplica el rencor y la violencia. Los que están en la silla siempre los ciega el poder. Simplemente no más represión.
Gracias a quienes nuestra Patria defendieron y hasta sus vidas dieron. También a quienes sufrieron estos sacrificios.
AV
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