martes, 18 de mayo de 2010

Una Película de Vaqueros - Parte II

Por favor leer La Parte I antes de leer esta continuación..... Si no has leido la parte I, has click en el link abajo.
http://elserlibreyfeliz.blogspot.com/2009/10/un-sueno-de-vaqueros-cuento.html

(Cuento)

Una tardecita de verano caminaba por la calle y admiraba la arquitectura de los edificios coloniales construidos en piedra y barro. Veía como las construcciones nuevas contrastaban con las antiguas. Pensaba cuanto había cambiado mi pueblo. El juez se pensionó y había un nuevo sheriff. El obispo se mudo al extranjero. La gente nueva era rara y de no confiar. Esta gente nueva solo pensaba en el comercio.

Seguí caminando disfrutando del paseo. Escuchaba la sinfónica de los pájaros silvestres cuando de repente se me cruza una a furgoneta negra parecida al bus de la morgue. Me bloqueó el paso e imposibilitó que siguiera mi camino. De repente me sale un hombre en traje negro acompañado del sheriff, con unos papeles que se le cayeron al suelo al bajarse del bus. De repente deje de escuchar a las aves y todo lo que veo es polvo creado por la frenada de dicho aparataje.

“¿Es usted el Señor…?”, me dice el enano en negro. En ese momento me digo por dentro, “¿Que querrá este payaso y de debajo de que piedra salió?”. Entonces le digo curioso, “Si. ¿Y usted quien es? ¿Que quiere?”.

Le tomo un minuto enderezarse, quitarle el polvo a los documentos. Este mira al sheriff y se introduce… “Yo soy el Dr.… y vengo a algo de parte de los fulanos tales….”. Me eché a reír a carcajadas. “¿Fulano quien, el Patan?”.

El hombre tose y se endereza de nuevo. Su postura es como la de alguien que temeroso se prepara a darse a la fuga, pero sabe que anda apoyado por la autoridad. Levanta la mirada un poquito más, como se estuviese recobrando valentía y me habla con un tono más de macho, “el jefe del mercado quiere que usted retire su querella para que el pueda regresar a Quisqueya.”. Yo lo miro y le digo al tonto mensajero, “Que muera en el extranjero el cobarde prófugo!”.

El pequeño hombrecito me pide un minuto para el poder expresar mejor el mensaje. Me tenía mareado caminando para atrás y para adelante. Le digo, “Tienes 10 segundo para terminar y largarte para siempre, ¿Qué más quieres?”. Este tembloroso hombrecito me exhibe un sobre marrón. Asumo que el mismo está lleno de dinero, de dólares. “Tómelo y fírmeme este documento!”, me dice en tono enérgico en un intento fallido de intimidarme. Me dió ganas de abofetear a esta pulga y caerle a patadas hasta que de mi se alejará. Me le acerque y a los ojos le mire. “Lamento que seas tan poco hombre. Tampoco entiendo que hace el sheriff aquí. Evapórate enano y dile a tu jefecito que jamás pondrá un pie en este país.”, le dije y escupí al piso mirando al sheriff mientras me alejaba.

Ya iba a casi 10 metros de distancia cuando el sujeto se vuelve un león, “Veras que lo vas a lamentar. Tu sufrirás y el jefe volverá a mandar! El jefe tiene amigos poderosos!”. Yo sigo caminando ignorando las amenazas. Me imagino al abogadito que a nadie conoce.

Al otro día me cruzo con doña Milagros, amiga de la señora que fuera agredida por el Patán del mercado. Me saluda con una sonrisa, “Hola angelito querido.”. Y yo le respondí, “Hola bella dama.”. Nos tomamos una tasa de café y me cuenta que su amiga se mudó al norte donde vive su hija. Me dice cuanto ella y su familia me agradecen el exilio del Patán y que la gente en general ya está en paz.

Esa noche caminaba mi ruta habitual después de compartir unas cervezas con mis amigos en el café. Había una brisa fresca de cómo 68 grados F, como unos 18 grados C. Las calles estaban oscuras y solitarias. Se podía escuchar un alfiler caer a 10 metros de distancia. Estaba disfrutando del poco paisaje que podía verse. De repente empiezo a escuchar pisadas detrás de mí. Dos cuadras más adelante observo dos hombres grandes acompañados de un enano venir en dirección opuesta. Me siento acorralado. Cuando trato de desviarme para evitar cruzar caminos con ellos, siento el cañón de un revolver en la espalda, y en voz baja decirme, “sigue recto.” Creí reconocer la voz del sheriff.

Cuando cruzamos camino y nos detenemos noto que es una cara conocida. Es el hermano del Patán con el enano. El otro era un maganzón con un coeficiente similar al de un ratón. Me dice el hermano del patán, “Sabemos donde viven toditos tu amigos y ya le hicimos una visita a la vieja en el norte. El sobre que no quisiste lo tomó la hija de la vieja quien hizo que la vieja me firme los papeles. Aquí están, puedes verlos. Ya mi hermano viene de camino, y te advierto que si no me firmas los papeles te matamos aquí mismo, y el reporte del sheriff dirá que fue un atraco lamentable. Mi hermano como quiera vendrá y orinará sobre tu nicho.”.

El hermano media 6’4” y pesaba por lo menos 300 libras. Todos los demás menos el enano me podría dominar de un solo golpe. Lamente haber estado desarmado esa noche. Me pegan la pistola a la cabeza y luego me la introducen en la boca. Empiezan a contar hasta diez. Pensé, desde un nicho no se puede pelear. Opte por firmar. Ellos pensaron que ganaron la batalla, pero realmente, en ese momento, es donde empieza la guerra. Ya la pelea no era solo contra el Patán, ahora es en contra del establecimiento completo. Yo tendría que buscar mis aliados secretos.

Al otro día aparece en primera plana del periódico del pueblo que yo había retirado la querella. Luego me enteré que nunca habían visitado a la viejo y que la hija negaba saber de un sobre. De repente, yo era el Patán. Se comentaba que me habían comprado y esto realmente me atormentaba. Mi jefe recomendó un traslado a otra cuidad, mientras me recuperaba de dicha embestida difamatoria. La población en general me rechazaba, salvo aquellos quienes realmente me conocían. Doña Milagros me dijo que confiara en Dios, ya que él siempre cuidaba de los buenos. El rechazo era en todos lados. Acepté el traslado.

Me tuve que mudar a otra comunidad. Allí me entere que el Patan había regresado y andaba detrás de mis pasos. Se había convertdio en un ser símpatico y hasta escuché que tenía aspiraciones de algun cargo. El hecho de que andaba detrás de mi me pareció una oportunidad excelente de tenderle una trampa. Yo tendría que buscar la forma de traerlos a mi terreno. Empiezo a planificar......

2 comentarios:

DC dijo...

Bravo Andy. Que giro le has dado a esta historia que creia terminada felizmente. Que planeara para su retorno este difamado personaje?

Andres Velez dijo...

Estimo como 5 capitulos. Jeje...