domingo, 13 de junio de 2010

El Futuro de Haití

Se vislumbra un futuro prometedor para nuestros vecinos menos apremiados por la historia, saqueados en la colonización y azotados por la ferocidad de la naturaleza. Me refiero a nuestros vecinos de la República de Haití.

Aun no arranca la reconstrucción de este pueblo noble y doliente, ya que están a la espera del nuevo código estructural contra terremotos y huracanes. Pronto empezará, y esta será masiva.

Este es el momento clave para los muy publicitados líderes políticos mundiales mostrar que son más que demagogos y modelos busca fotos. Mientras más ayudemos a Haití, mejor estaremos todos. Hay que tener presente que quien hace bien recibe el bien.

Me siento orgulloso de ser dominicano desde que tengo memoria y consciencia. Esta acción nuestra es otra razón de ello. Nosotros dimos toditos para el esfuerzo de socorro por Haití. Desde limpiabotas hasta empresarios, políticos y religiosos; nos unimos todos por Haití. Le dimos una lección de humanidad y generosidad a las sectas liberales foráneos en Francia, Canadá, el Reino Unido, EEUU, etc., quienes viven fabricando falsedades por interés propio, dinero, fama y crear conflictos entre nuestras dos naciones.

Nosotros fuimos los primeros que alimentamos a los Haitianos, que los curamos, que los sacamos de debajo de piedras, varilla, concreto y tierra, y pusimos nuestras vidas en peligros para poder llegar donde más nos necesitaban. Eran tropas y tropas de camiones y gente con comidas, medicinas, vestimentas, etc., que llegaron desde el primer día. Estas ayudas inmediatas solo venían de la Republica Dominicana. Hasta nuestro Presidente fue en auxilio de su homólogo Haitiano arriesgando su vida y el liderzazo de nuestra nación.

Es una verdadera tragedia lo sucedido. Ahora, es la única esperanza que tiene Haití para salir de su estado indigente. Si no se aprovecha esta oportunidad, los líderes mundiales serán recordados como unos inhumanos. El lider famoso y popular que no esté en eso y solo busca un paparazzi que ponga a otra gente que si está en eso y debe dejarlo(s) actuar.

Debemos estar muy claros en algo. Nunca, jamás habrá una nación dominico-haitiana, pero si habrá dos naciones que sobrevivirán y superarán sus diferencias de manera cooperativa, amistosamente y libre de la inherencia de los intereses sectarios liberales foráneos malintencionados.

Nosotros ayudamos a Haití porque somos humanos, y aun teniendo tan poco, lo que dimos era lo que teníamos en ese momento. Nuestras respuesta inmediata salvo muchas vidas, esto abrió una vía para una sincera reconciliación y ordenamiento.

Amen.

jueves, 10 de junio de 2010

La verdad

Erase en aquellos tiempos
en epoca de los imperios y faraones
donde cualquier extranjero
era un sabio, un emperador.
Ante nuestra ignoracia
inocente e hospitalaria
agradarlos nos hacia esclavos.

Era como alimentar a los cuervos
que después de hartos
te tiran a sacarte los ojos.
Ambiciosos y perversos
ingratos e indecentes
malvados hasta la muerte
siempre prejuiciosos y terratenientes.

Tratar con el mal
resultados sanos nunca habrá.
Tratar bien al malo
es hacerlo fuerte
y darle vida.
Al hacerlos somos
iguales de patanes.

Enfrentar el mal
es buscar la liberacion, la razón..
Sobreponerse al mal
es proteger al bueno
y poner en accion
la palabra de Dios.

Eliminar el mal
es aumentar las posibilidades
de una vida más humana
y proteger la verdad.
Es darle validez a lo sano
y valorar a los buenos.

La verdad
siempre será lo real.
Por más que la pintes
o le pongas disfraz,
jamas será verdad
cualquier falsedad.
Lo falso tarde o temprano muere,
la verdad es eterna.

domingo, 6 de junio de 2010

El Perdón Libera

(Originalmente publicada en Nov 2009 - lo he publicado otra vez ya que se me habia olvidado su valiozo mensaje)

Dios por favor perdona mis pecados. Por favor perdona todo daño que le haya hecho yo a alguien, intencionalmente o sin querer. Para que me concedas esto prometo haber perdonado a los que daño me han hecho. Yo reconozco haber hecho mal intencionalmente, justificado o no. El mal nada de sano tiene, y hacer el mal es terrible. Te esclaviza porque algo le debes a alguien, algo que puedes subsanar luego, pero jamás podrás borrar. La herida se pudo curar, pero la cicatriz nunca se va. Te marca para siempre.

Desde pequeños hacemos muchas travesuras, muchas sin mala fe aunque si por picardía de niños. “hey Andy, mira, José viste una camisa nueva”, me grita Alejandro quien venía corriendo a mil con una cubeta de agua. ¿Adivinen que hicimos? Como puros y buenos angelitos le echamos la cubeta de agua y salimos de la escena corriendo y riéndonos a carcajadas. Cuando me viro y veo a éste llorar, casi me peleo con Alejandro tratando de limpiarme de la culpa. Creo que José aun me odia.

Muchas enemistades surgen cuando ‘nos pasamos de la raya’ y no tenemos el carácter suficiente para pedir perdón. Cuando niños, gracias a Dios, a algunos nos domaron a puros castigos, pero el dolor de ser lastimado no se compensa con cualquier castigo que recibiera el agresor. Y la culpa nunca se va. Se puede ocultar pero sigue presente.

Muchas cosas que pudimos evitar para bien, nos conquistó la tentación, y actuamos para mal. A veces privo de ‘Papa’ de mis amigos y sobrinos, quizás es que quiero controlar el mundo o simplemente quiero protegerlos para no repetir errores que he cometido y el dolor que sufrimos por ello.

Es importante razonar algo. ¿Cuándo pides perdón, piensa en que es lo que te motiva a hacerlo? ¿Es porque quieres recuperar una joya perdida (un amor, un familiar o una amistad)? ¿Para simplemente dormir tranquilo y cerrar un episodio difícil (una despedida pacifica)? ¿O pedir perdón por una injusticia que hiciste (esta si es difícil)?

Lo importante saber es que cuando una persona busca el perdón viene de buena fe, con el corazón transparente.

Sugiero algo que me enseñaron; si desea perdonar genuinamente a alguien con quien quieres volver (para lo que sea), ‘todos los días por un periodo de varias semanas debes escribir y pensar en las cosas que te hicieron apreciar a esta persona’ antes del ‘pleito’.

Pedir perdón nos libera para querer y poder ser querido óptimamente, y nos libera de la esclavitud de un pesar. No hay un sentimiento más fuerte en nuestra existencia que el sentirse amado y valorado. También, debemos querer a alguien para poder disfrutar al máximo de este placer divino y omnipotente.

Pidamos perdón, perdonemos y seamos libres!

Andy