Desde antes de nacer nos quieren proteger. Si fuman o beben, paran al conocer los resultados de que vamos a nacer.
Al nacer lavan todo con alcohol. Tampoco permiten que se nos acerque alguien con tos.
Al ir al maternal pelean con los maestros ya que hasta paperas nos da. Dicen, "esa escuela no es cosa buena". Después de que se nos pega de todo y estamos inmunes dicen; "después de todo lo que yo le di yo fue lo que lo curo".
Cuando vamos a la escuela nos levantan, nos ayudan con el uniforme, nos tienen el desayuno listo y la lonchera con la merienda. Y si la guagua no nos va a dejar, siempre buscan tiempo para un beso de despedida...... para cuando volvemos todo está en orden y nunca paran sus atenciones.
Es increíble el motor que motiva a nuestros padres a estar siempre pendientes y vigilantes para que nada malo nos pase.
Nos pelean por el lodo y el reguero, por correr y vocear, por nunca estar tranquilos y 'ni locos' limpiar. Nos quitan la bici de castigo, no podemos ver la tele, no nos dejan salir a jugar, que horror! .... Siempre trataron de tranquilizarnos, pero en el fondo disfrutaban cuan tremendos éramos; "eso no es nada malo, es que tienen energía demás para quemar y mucha personalidad".
Los años pasan volando y cuando vienes a ver nos extrañan muy profundamente. Nos llaman a menudo y desean vernos. Y muchas veces, egoístas que somos, a causa de un amor paterno sin límite, ni caso les hacemos. Siempre están orgullosos de la 'grandiosa persona en la que nos hemos convertido', sin importar que no sirvamos.
Demos gracias Dios todos aquellos que hemos sido benditos con está protección paternal; escudo Divino. Y para mi amigo que no tuvo esto solo te pido que lo seas con tus hijos. Y si lo haces, que Dios te bendiga.
Un hijo agradecido,
AV
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