jueves, 29 de abril de 2010

¿Estamos cómodos?

Los cambios bruscos pueden ser dolorosos u oportunos. Depende de las situaciones, el momento, el entorno en que suceden y tu actitud. Recuerda que cuando se cierra una puerta encuentras otras abiertas.

Debemos aceptar cuando es momento de hacer maletas e irnos por el horizonte hasta desaparecer para jamás volver. Dejar atrás los momentos malos y llevarno el recuerdo de los buenos.

Dicen que quien no se arriesga no triunfa, aunque otros debaten que quien se lanza se revienta. El éxito o el fracaso dependerá de la fe que tengamos en ‘que lo lograremos o no’ y de quien nos de la mano o la espalda.

¿Te gusta tu trabajo? ¿Lo consideras como lo que quieres para siempre? ¿Verdad que no? Pues prepárate para cambiarlo por uno mejor o para obtener una promoción. Tampoco descartes abrir un negocio propio. Que no se te olvide ahorrar.

No debemos darle la espalda a las cosas que sabemos que tarde o temprano nos van a afectar. También debemos enfrentar a aquellos con no buenas intenciones para nosotros.

Piensa en lo que digo. ¿Te gusta tu trabajo, tu situación actual, te diviertes, vale la pena lo que haces para lo que recibes, te sientes recompensado,… eres feliz? Visualiza como quieres estar, donde y con quien. Cuando sepas esto sabrás que hacer para mejorar tu situación.

No uses al orgullo como ancla y norma para tomar tus decisiones. El orgullo a veces actúa bajo rencor o complejos, y será a ti a quien más afecte. Recuerda que la humildad no carece de valentía ,y se desborda de carácter y autenticidad. Que Dios te guíe y elijas el camino perfecto para ti.

Saludos,
Andy

1 comentario:

Awi dijo...

La verdad es que muchos nos aferramos a lo que tenemos, a lo conocido, aunque no nos haga felices del todo y encontramos más personas que nos alientan a seguir por ese camnino que las que nos animan a luchar por lo que realmente queremos. Sabios cosejos Andy!