domingo, 6 de junio de 2010

El Perdón Libera

(Originalmente publicada en Nov 2009 - lo he publicado otra vez ya que se me habia olvidado su valiozo mensaje)

Dios por favor perdona mis pecados. Por favor perdona todo daño que le haya hecho yo a alguien, intencionalmente o sin querer. Para que me concedas esto prometo haber perdonado a los que daño me han hecho. Yo reconozco haber hecho mal intencionalmente, justificado o no. El mal nada de sano tiene, y hacer el mal es terrible. Te esclaviza porque algo le debes a alguien, algo que puedes subsanar luego, pero jamás podrás borrar. La herida se pudo curar, pero la cicatriz nunca se va. Te marca para siempre.

Desde pequeños hacemos muchas travesuras, muchas sin mala fe aunque si por picardía de niños. “hey Andy, mira, José viste una camisa nueva”, me grita Alejandro quien venía corriendo a mil con una cubeta de agua. ¿Adivinen que hicimos? Como puros y buenos angelitos le echamos la cubeta de agua y salimos de la escena corriendo y riéndonos a carcajadas. Cuando me viro y veo a éste llorar, casi me peleo con Alejandro tratando de limpiarme de la culpa. Creo que José aun me odia.

Muchas enemistades surgen cuando ‘nos pasamos de la raya’ y no tenemos el carácter suficiente para pedir perdón. Cuando niños, gracias a Dios, a algunos nos domaron a puros castigos, pero el dolor de ser lastimado no se compensa con cualquier castigo que recibiera el agresor. Y la culpa nunca se va. Se puede ocultar pero sigue presente.

Muchas cosas que pudimos evitar para bien, nos conquistó la tentación, y actuamos para mal. A veces privo de ‘Papa’ de mis amigos y sobrinos, quizás es que quiero controlar el mundo o simplemente quiero protegerlos para no repetir errores que he cometido y el dolor que sufrimos por ello.

Es importante razonar algo. ¿Cuándo pides perdón, piensa en que es lo que te motiva a hacerlo? ¿Es porque quieres recuperar una joya perdida (un amor, un familiar o una amistad)? ¿Para simplemente dormir tranquilo y cerrar un episodio difícil (una despedida pacifica)? ¿O pedir perdón por una injusticia que hiciste (esta si es difícil)?

Lo importante saber es que cuando una persona busca el perdón viene de buena fe, con el corazón transparente.

Sugiero algo que me enseñaron; si desea perdonar genuinamente a alguien con quien quieres volver (para lo que sea), ‘todos los días por un periodo de varias semanas debes escribir y pensar en las cosas que te hicieron apreciar a esta persona’ antes del ‘pleito’.

Pedir perdón nos libera para querer y poder ser querido óptimamente, y nos libera de la esclavitud de un pesar. No hay un sentimiento más fuerte en nuestra existencia que el sentirse amado y valorado. También, debemos querer a alguien para poder disfrutar al máximo de este placer divino y omnipotente.

Pidamos perdón, perdonemos y seamos libres!

Andy

No hay comentarios: