Hola amigo. ¿Como estas?
De la noche para la mañana te has convertido en un adulto sin darte cuenta. Ayer eras un adolescente confundido y travieso, hoy eres un hombre con metas claramente definidas y sumamente responsable en cumplir con tus obligaciones hasta excederte.
Conozco tus inquietudes y dificultades, pero sobre todo sé cuales son tus valores y tu fortaleza. Recuerdo cuando decaías, te decepcionabas y hasta cuando te desesperabas. Recuerdo estar ahí por ti par de veces, como era de esperarse. También recuerdo cuando lo estuviste por mí. Nunca olvido el dicho ‘lo que no nos mata nos fortalece’. Hemos superado tantos obstáculos y alcanzado tantas metas que ya nada se nos hace imposible.
Agradezco a Dios que cruzara nuestros caminos, ya que hoy te considero un hermano. Dios te bendiga y guíe por el sendero correcto y yo te tendré siempre en mis oraciones y espero solo éxito en lo que consideres hacer tu destino.
Me recuerdas a mi en mi juventud y realmente siento haberte conocido una vida entera. Si algún día lo tengo, tu nombre 'Arturo' a mi primer hijo le pondré.
Buen viaje y te veo pronto. Sabe que Dios te protegerá siempre y te indicara el camino correcto y bueno. No cortes esquinas para que ne se te pegue la javilla o pises un cristal inglés.
Se que serás correcto en tus decisiones y optarás por aquello que a los demás nos harás sentir orgulloso de ti y de haber sido testigo de tu desarrollo.
Como me escribiera en una tarjeta (la cual aún guardo) mi otro hermano Arturo hace años para mis cumpleaños: “Un hermano no será siempre un buen amigo, pero un buen amigo siempre será un hermano!”.
Ahora, debes entender que a partir de este momentos tus retos y responsabilidades requerirán sacrificios, atención a detalle, precisión y madurez.
Un abrazo, Dios te bendiga y espero verte pronto.
Andy
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