jueves, 30 de abril de 2020

Almas Limpias


La vida trasciende a una velocidad muchas veces insostenible. El enfoque de muchos es acumulación de bienes materiales y pura vanidad. Hoy el mundo se detiene, y meditamos que es lo que realmente importa.

Hoy valoro más que nunca los valores y principios inculcados en mi en mi formación de infancia por los mejores padres que Dios pudiera darme. No me interesa vanidad ni bienes materiales. Me importa el bienestar de mis seres queridos y los desprotegidos.  Mi estado mental no me permite caer víctima del dinero.

 Agradezco a mis padres apreciar el valor del ser humano. De ayudar sin esperar nada y sin hacer publicidad, es ayudar sin interés.

En momentos de incertidumbre, siempre, hay que estar cerca de la familia. Apreciar el valor humano de nuestros más cercanos. De sus valiosos aportes, de su amor y de su interdependencia. Cada ser querido es un mundo de bendiciones por ser descubierto. Mucha gente se enfoca en sus defectos, mientras yo en sus grandezas.

En estos momentos nos autoasignamos tareas que nunca hubiéramos imaginado hacer, pero lo hacemos espontáneamente y agradecidos de poder hacerlas. Estas acciones nacen del alma, de la conexión que tenemos con nuestros seres queridos y de que somos gente buena. Hay mucha gente mala, maldita, pero de esos se encargará Dios. Le llamamos Karma.

Doy gracias a Dios por una madre entregada a la familia sin sentirse agotada, incansable. Un padre que entregó su vida al bienestar de la familia y mucha gente fuera de esta. Es una gran bendición de Dios. Ahora nos toca cuidarlos con mayor empeño.

Hay que volver a los tiempos donde el dinero es útil para comprar comida, medicinas y lo necesario. El dinero engrandece a personas con mentes vacías. Esas personas me dan pena, porque realmente la gente no necesita de ellas.

Toda persona debe entender que cada uno es dueño de su vida. Nadie vale más que uno. Hay que amar a los padres y agradecer con gestos espontáneos de amor por toda nuestra formación y ayuda. Solo un ingrato no lo haría. Karma!

Un alma limpia valora a las personas y responde a las situaciones de manera sana y desinteresada. De vez en cuando hay que arremangarse la camisa y sudar un poco para hacerle la vida más feliz a alguien a quien queramos o lo necesite.

Dios nos bendiga siempre!

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